LA FINAL QUE HABÍA SOÑADO MOURINHO

A veces me pregunto como puede ser de caprichoso el fútbol. El Chelsea, un equipo echo a base de talonario, fichó a Mourinho para que le hiciese ganar títulos. Y lo consiguió. Ganó dos Premiers consecutivas, pero le faltó lo más importante, culminar su etapa en el Chelsea con un título europeo. Finalmente tuvo que salir de Stamford Bridge sin conseguir ese objetivo. Lo curioso del caso, es que su sustituto, Avram Grant, un completo desconocido en el fútbol, era el segundo de Jose, ha sido capaz de eliminar al Liverpool -el portugués perdió en dos ocasiones- y meterlo en la final de la Champions. ¿Será capaz el Chelsea, con Grant en el banquillo, de ganar una copa de Europa?

La verdad es que razones no le falta para coronarse en el viejo continente. Tiene un verdadero equipazo. Un gran portero, posiblemente la mejor defensa de Europa, jugadores en medio campo con fuerza y llegada y a uno de los mejores delanteros del mundo, Didier Drogba. Pero enfrente no hay un cualquiera. Estará posiblemente el equipo más en forma del momento, el Manchester United. El equipo del veterano Ferguson querrá conseguir la tercera Champions del club. Es lo que le falta esta temporada a los red devils, después de conseguir la Premier, precisamente ante el rival de esta noche.

El United también tiene sus razones, sobretodo en un nombre, Cristiano Ronaldo. Después de la semifinal ante el Barça, donde el luso estuvo muy flojo, dijimos que no sabíamos si le había afectado el penalti fallado en el Camp Nou o es verdad eso que dicen que el portugués, en las grandes citas, se esconde o no es capaz de dar el máximo de su potencial. Esas críticas son las que deberá callar Ronaldo esta noche, la oportunidad es única, una final de Champions no se juega cada día.

Será la tercera ocasión en la historia que una final de Champions enfrente a dos equipos del mismo país. Le preceden la del 2000 en París entre Valencia y Real Madrid; y la de 2003 entre Juventus y Milan en Old Trafford. Como favorito, posiblemente el United. Pero esto es una final, las fuerzas se igualan, aparecen los nervios, el respeto entre los dos equipos...90 minutos que pueden dar mucho de sí. Eso si no hay prórroga.