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11 de junio de 2008

BOMBA DE OXÍGENO PARA LOS LAKERS

Los Lakers necesitaban la victoria como el comer y la consiguiero. Eso si, con mucho sufrimiento. Los angelinos, si quieren remontar la final, no deben de perder ningún partido en el Staples Center, tal y como llevan haciendo en todos lo playoffs. Una derrota en tierras de Hollywood sería dar medio anillo a Boston. La clave de la victoria amarilla fue la poca aportación de hombres como Paul Pierce y Kevin Garnett que se salieron en los dos primeros partidos. Buena culpa de la poca aportación de estos dos hombres fue la mejor defensa de los Lakers. Con una defensa como la que mostraron en el Garden poco podrían haber echo en estas finales.

Los Lakers de este modo se apuntan la primera victoria de la final, pero siguen estando por debajo. El partido del jueves se presenta crucial, casi definitivo. Solo Miami en 2006 consiguió remontar un 2-0 y con el factor cancha en contra. Los Angeles tienen la misión de igualarlo, para eso es necesario una mejor defensa, el acierto de Kobe y un mayor rendimiento de sus hombres interiores, Odom y Gasol.

El partido del español, posiblemente uno de los peores de los últimos tiempos. El propio Gasol lo ha reconocido: "ofensivamente me he sentido nefasto, pocas veces me he sentido tan mal en mi vida". Las palabras de Pau lo dicen todo. Y es que sus número no engañan, 9 puntos y 12 rebotes en casi 40 minutos es una actuación bastante discreta. Pero es que el catalán lleva una temporada muy larga, es casi imposible que todas las noches esté al máximo nivel. Lo bueno de un equipo como los Lakers es que cuando uno está mal, aparece otro. En este caso el de Vujacic, autor de 20 puntos y triples decisivos para la victoria.

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