Todos los equipos cuando ganan desatan su euforia hacia niveles desmesurados. Incluso cuando pierden se pide la cabeza de entrenadores y jugadores de una forma precipitada. Pero hay un caso en todo el mundo, que sobrepasa estos límites. España es capaz de pasar, en un solo partido, a pedir la cabeza del seleccionador a ser favoritos para un campeonato, en este caso la Eurocopa.
El otro día se ganó a Italia, si es la actual campeona del mundo, pero era un partido amistoso. El nivel no es ni de lejos el óptimo. Además cuando el partido estaba bien entrada la segunda mitad, seguía el empate a 0, el público silbaba al equipo y coreaba el nombre de Raúl -por cierto, para mí, una falta de respeto para el seleccionador y el resto de los jugadores-. En ese momento más de uno clamaba contra Luis Aragonés y los jugadores, que si son unos vagos, que si no tenemos equipo...a todo esto marca David Villa -un golazo- y la euforia de desata.
Al día siguiente, la portada de los principales peródicos españoles ya da a la selección como favorita para la Euro. Un poco de seriedad. Ni antes eran tan malos, ni ahora son los reyes del mambo. El principal problema de la selección es el famoso entorno, hasta que un día no se calme todo: periodistas, afición...España no trabajará tranquila y no hará nada importante. Dejemos trabajar tranquilos al equipo nacional.
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