Y EGIPTO PEGÓ EL ZARPAZO

Ya lo dije en el artículo del pasado martes, el partido entre Italia y Egipto iba a ser lo más interesante hasta el momento de la Copa Confederaciones y los faraones podían dar la sorpresa. Italia siempre es Italia, pero las garantías que me ofrecen de éxitos son mínimas. Me parece un equipo muy acomodado, necesita rejuvenecer la plantilla, un estilo al Milan, no tiene ideas de que hacer con el balón en los pies... Competitiva al máximo, pero prefiero ver un partido de Segunda B que ver jugar a la azzurra. Solo alguna aparición esporádica de Rossi, pinceladas de calidad de Pirlo y poco más. Italia no está para grandes trotes y Egipto la dejó en evidencia. Lo mejor del Grupo B, su igualdad. Ni Brasil con dos victorias está clasificada para semifinales. Difícil que se quede fuera, pero no imposible. Almenos una pequeña dosis de emoción, que visto el Grupo A te dan ganas de dejar de ver fútbol hasta septiembre.

San El Hadary, el hombre del partido. Salvó a su equipo de que Italia consiguiera un empate que hubiera sido injusto, otra vez, con Egipto. Si el lunes les fue esquiva con Brasil, ayer les sonrió. Cosas del fútbol. Egipto está para pelear por el título. Bien haría España de no confiarse y sacar su mejor repertorio si quiere seguir reinando el fútbol. Los faraones saben de la oportunidad que tienen y no la van a desaprovechar, y eso que parece que alguien no quiere que sea así, una prueba más la lesión ayer de Zidan. Pieza clave en el juego de toque y velocidad de Egipto. Pero si algo caracteriza al país africano es que nadie sobresale por encima de otro, son un bloque, un equipo muy compacto que todo lo hacen con un sentido colectivo. Que en el fútbol iba a haber un cambio estaba claro, lo que nadie pensaba es que ese cambio podía llegar antes de lo previsto. Un país africano va a pelear por un título contra las grandes potencias. Ver a un país del continente negro ser campeón del mundo está más cerca que nunca. Bien por el fútbol.