Una de las imágenes más impactantes de los últimos años en la Liga Española ha sido la famosa 'Gravesinha'. Grande los hombres de Cuatro que sacaron a la luz el mejor regate de la época moderna. Un amago en que la rodilla por completo está en riesgo de todo tipo de lesión. Pues bien, el protagonista de tal invento, el danés Thomas Gravesen ha decidido colgar las botas con tan solo 33 años. De no ser por su agresivo carácter y por su paso por el Real Madrid, Gravesen hubiera pasado sin más pena que gloria por este mundo. Se inició en el equipo de su ciudad natal, el Vejle BK danés, el mismo equipo que vio nacer a un tal Allan Simonsen, seguro que los barcelonistas saben de quien hablo. Los dos jugaban al mismo deporte, pero no lo parecía. Gravesen pasó a la Bundesliga, al Hamburgo, donde le nombraron mejor jugador extranjero del año, algo realmente sorprendente viendolo jugar más adelante en el Madrid. Cambió la liga alemana por la liga inglesa, el Everton fue su destino, y no lo hizo mal.
Fue en enero de 2005 cuando el Real Madrid se fijó en este particular futbolista. Uno de tantos fichajes raros que hace el Madrid por épocas navideñas. En el club blanco no tuvo un gran rendimiento para un jugador que venía como revulsivo en el mercado de invierno. Se acabó marchando al futbol escocés, al Celtic de Glasgow y acabó su carrera en el equipo que mayor rendimiento tuvo, el Everton. Al acabar la temporada pasada contrato y no encontrar ningún equipo de su gusto ha decidido colgar las botas. Será recordado, en España, al menos, por esa famosa Gravesinha y por ser un futbolista del todo anormal, incluso se negaba a tomar medicamentos para recuperarse antes de sus lesiones, lo dejaba todo a la naturaleza. Sin duda, un alivio para los demás jugadores la retirada de Tommy. Si lo ven por la calle, llaménle Sr. Gravesen, no vaya a sacar su carácter. Lo de Tommy es para los amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario