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George Best: "¿Qué si es tan bueno como yo? ¡No sea imbécil!" Respuesta de George a una pregunta sobre Wayne Rooney

Tremendo golazo de Eto'o en el Inter-Parma

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31 de octubre de 2008

EL PODER DE LOS FUTBOLISTAS


La cantada destitución de Juande Ramos en el Tottenham confirma una de las máximas de este deporte y de casi todos. Si los futbolistas no quieren a su entrenador, éste acabará en la calle. La figura del entrenador es muy delicada. Lidiar un vestuario en el que se juntan tantas estrellas es mucho más complicado de lo que parece. Demasiada dureza no es buena y una excesiva relajación tampoco lo es. Lo difícil es conseguir el equilibrio. El dejar hacer a los futbolistas acabó con Rijkaard, un entrenador que lo dio todo por sus jugadores -no digo que no tuviera culpa- y que éstos no le respondieron como el holandés merecía.

El caso de Juande es todo lo contrario. La excesiva dureza le aniquiló. Su llegada a Londres vino acompañada de cambios drásticos en la conducta de sus jugadores. Cuentan las malas lenguas que algunos de estos futbolistas brindaron con champagne al enterarse del despido del español. Yo me lo creo. Otro caso más, el de Koeman. El tulipán llegó a Mestalla con muchas ideas pero topó con ciertos futbolistas. Ronald los quiso apartar pero acabaron por apartarlo a él. Ser entrenador es complicado. ¿De verdad creeis que Juande en un año se olvidó de todas las virtudes que hicieron del Sevilla el mejor equipo de Europa o que hizo al Tottenham campeón de Copa? Lo dudo. ¿De verdad creeis que toda la culpa de la mala temporada del Valencia la tuvo Koeman? Lo dudo aún más. ¿Cómo es posible que el Valencia, con los mismos jugadores que el año pasado, esté líder de la Liga, o que el mismo Tottenham de Juande en dos partidos haya conseguido una victoria y un empate en el Emirates Stadium? Muy sencillo, los jugadores son los que juegan así que son los que deciden. El poder del futbolista es enorme. Veremos quien es el siguiente entrenador afectado.

21 de abril de 2008

BYE, BYE, KOEMAN

A veces es el peor el remedio que la enferemedad. Y sino que se lo digan al Valencia. Soler, presidente del Valencia, destituyó a Quique Sánchez Flores, según él por los malos resultados -a nadie se le escapa que había algo más-. Dejó al equipo en posición de Champions. Cierto que el equipo no hacía buen fútbol, el público comenzaba a estar un poco cansado de Flores, pero los resultados estaban ahí. Se decide cambiar de entrenador, se trae a un entrenador con poca experiencia en clubes importantes, el PSV es un buen equipo de Holanda pero la Eredivisie no es tan competitiva como la española.

Los resultados del holandés como entrenador ché han sido bastante pobres. Sobretodo en Liga. El equipo está situado a solo ¡2 puntos! del descenso a Segunda. En la Copa, el equipo se conjuró para salvar la temporada y lo consiguieron. El título ganado brillantemente la semana pasada les puede valer siempre y cuando arreglen su situación liguera. Así pues, Koeman se va de Valencia con un título bajo el brazo pero como si hubiera matado a alguien.

Lo peor de todo esto no es la destitución del holandés, sino en la situación que queda el Valencia. El equipo lo cogerá el hasta ahora delegado del equipo, el ex-jugador Voro. Se preguntarán ¿porque no se hace cargo del equipo el entrenador del filial? Pues la respuesta es muy sencilla. El presidente le había impuesto a Óscar Fernández hacerse cargo del equipo pero sin contar con Albelda, Angulo y Cañizares -los tres apestados-. A esto se ha negado rotundamente el entrenador, cosa que le honra.

La situación del Valencia es gravísima, en lo deportivo al borde abismo. Y extradeportivamente está dando unos espectáculos indignos de la categoria de este club. Además se habla que la indemnización a Koeman y sus ayudantes ronda los 10 millones de euros. Ahí es nada. La cosa no pinta muy bien. El valencianismo sufrirá y mucho.

17 de abril de 2008

LA EXPERIENCIA SE IMPUSO A LA ILUSION

La experiencia es un grado y en las finales se nota y de que manera. Ayer el Valencia ganó su séptima copa basandose en eso, la experiencia. Eso fue lo que le faltó al Getafe en la noche de ayer. Salió más tensionado de la cuenta. Como si le pesara la responsabilidad. El miedo a ganar.

Si alguien hubiera apostado como hubiera ido el partido, posiblemente ninguno hubiera acertado. La mayoría hubieramos apostado que el Getafe sería el dueño del balón y el Valencia estaría agazapado atrás esperando alguna contra buscando a Villa, Silva y Arizmendi, tal como hizo en el Camp Nou. Pero no fue así, no sabemos si por el buen hacer del Valencia o por lo tensionado que salió el Geta, el balón lo tuvo el conjunto che desde buen principio. A raíz de esto vino el primer gol. Buena jugada colectiva, acabada con un buen cabezazo de Mata. El segundo gol de Alexis a los diez minutos acabó por romper la moral del Getafe. El 2-1 antes del descanso daba esperanzas para una nueva machada azulona, pero las fuerzas acabaron por flaquear y el Valencia en una jugada aislada, acabó por sentenciar la final con un gol de delantero centro de Morientes.

El Valencia acabará la temporada siendo campeón de copa y con la clasificación para la UEFA bajo el brazo. Una de las temporadas más desastrosas de la historia valencianista acabará, deportivamente hablando, más que aceptable. Los problemas institucionales son otra cosa. El futuro se presenta incierto para los che. ¿Un futuro con Koeman? ¿Qué pasará con los apestados? Muchas preguntas sin respuesta.

El Getafe da por finalizada una temporada histórica pero que se recordará por no obtener ningún título. De todas formas, la afición azulona debe estar orgullosa de su equipo. Ha echo una temporada espectacular. Capaz de plantarle cara a todos los equipos a los cual se ha enfrentado. Le ha faltado un poco de suerte en momentos puntuales y lo que le sobró ayer al Valencia, esa experiencia para poder jugar y ganar las finales.

16 de abril de 2008

FINAL ENTRE DEPRES

Una final de copa tendría que ser siempre la fiesta del futbol español. Pues este año no parece tener ese aire festivo. Los dos finalistas, por una razó u otra, no llegan a la final en su mejor momento.

El Getafe, recién eliminado con el Bayern en una eliminatoria cruel, deberá sobreponerse a tal traspiés. El palo fue durísimo y eso le puede afectar. O por el contrario, la ilusión de jugar la segunda final de copa consecutiva y el poder conseguir el primer título de su historia puede pesar más. Soy partidario de esta segunda opción, el Geta creo que saldrá motivadísimo en busca de hacer historia.

El otro finalista, el Valencia, llega a la final aún peor que el Getafe. La temporada de los che está siendo desastrosa. La llegada de Koeman, para sustituir al cuestionado Quique Sánchez Flores, no ha dado sus frutos. Los números del alemán son peores que los del español. Eso sí, ha clasificado al equipo para la final eliminando en semifinales al Barcelona. ¿Será un Valencia deprimido como toda la temporada o al ser una final será totalmente diferente?

Esta noche sabremos quien es el nuevo campeón de copa. El premio, aparte del título, es enorme. La participación en la próxima edición de la UEFA es un aliciente más que importante.