Cualquier equipo del mundo estaría encantado de tener a Eto'o en su plantilla, el Barcelona no. Y no porque no sea un buen delantero, el mejor, sino por su fama de problemático en el vestuario que se ha ganado a pulso desde su llegada a Barcelona. Samuel es de largo el mejor delantero centro del mundo, trabaja como el que más, es el primero en presionar, tiene velocidad, tiene buenos movimientos, tiene gol...pero le puede sus ganas de ser protagonista. Cuando el camerunés hace cualquier tipo de declaración, el mundo futbolístico tiembla por que lo que pueda soltar por su boca Eto'o. Guardiola le quiere en el equipo, estoy convencido. Pero sabe que quedandóselo está jugando con un arma de doble filo. Por el rendimiento en el campo no habría problemas. El camerunés, incluso después de sus largas lesiones, ha rendido de manera superlativa. Tener a Eto'o en el equipo es asegurarte más de 20 goles por temporada. Por eso no hay problema. El 'kit' de la qüestión viene fuera del terreno de juego. Samuel ve un micrófono y se tira a por él de cabeza, no sabe estarse callado. Lo hizo en la celebración de una de las ligas insultando al Madrid -rectificó al día siguiente-, se ha negado a salir al campo para jugar 5 míseros minutos, reventó el vestuario azulgrana con sus declaraciones en Vilafranca, el tiempo le acabó dando la razón en el fondo de las declaraciones pero no en las formas. Eto'o habla alto y claro, la mayoría de las veces con razón. Aficionados y periodistas nos quejamos de las declaraciones de los futbolistas, llena de tópicos y tonterías, pero Samuel rompe ese esteréotipo. A veces es mejor callar. O como diría el gran Groucho Marx: "es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente".
Ahora un consejo para Eto'o: en el Sabadell tus declaraciones nos da igual, te lo permitiremos. Vente para aquí, hermano!
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